jueves, 21 de agosto de 2008

August Strindberg a partir de sus imágenes fotográficas




Strindberg camina su vida buscando, encuentra similitudes y coincidencias, se maravilla de aquello que otros encuentran en la psicología, en el ocultismo o en la ciencia. August Strindberg, poeta, científico y taumaturgo, enfermo de un deseo obsesivo por ser reconocido como renovador y sabio, en su obsesión penetra en los secretos de varias materias, es erudito y cae en errores, es maligno, es acusado de pernicioso y sufre de la humillación; prototipo del genio sólo es capaz de reconocer su realidad y su propia verdad.

En ese caminar de las similitudes nos habla de Bohemia, ahí encuentra flores que parecen imágenes que él reconoce de sus placas fotográficas, observa corrientes de agua que semejan productos químicos con los que ha trabajado, percibe en el viento la luz de la que todo procede, intenta penetrar en los cuerpos para descubrir el interior.

“Je sais très bien que les psychologues ont inventé un vilain nom grec pour définir la tendance à voir des analogies partout, mais cela ne m’effraie guère, car je sais qu’il y a des ressemblances partout, attendu que tout est en tout, partout”. (Inferno) (1)

Si al genio Strindberg tratamos de entenderlo a través de su teatro quedaremos con un enorme vacío de preciosa información.

Strindberg tambien era un alquimista que buscaba el origen a traves del proceso de interiorización, se valía de las substancias para tratar de penetrar profundamente en la materia. Strindberg era un fotógrafo que uso a la fotografía como un medio para descubrir los secretos que las combinaciones químicas por sí solas no le daban. Fotografió su cara, su cuarto, su familia, trataba de descubrir el alma en el retrato a traves de una técnica especial.

“J’ai préparé dans ma tête una histoire qui contient le maximum d’humeurs differentes. Je me raconte l’histoire tout en exposant la plaque et en regardant fixement la victime. sans suspecter ce que la force à faire, sous l’influence de la suggestion, il est obligé de réagir à ces influences qui le pénètrent. Et la plaque fixe l’expression de son visage. Le tout dure exactament trente secondes - mon histoire est minutieusement calculée pour cette durée. En trente secondes j’ai capté le sujet dans sa totalité!” (Citado por Per Hemmingson)




Fotografió el cielo, las nubes, las estrellas, dejaba sus placas a la luz de la luna para descubrir el efecto que en ella dejaba y entonces elucubraba sobre aquello que se había impregnado y transformado en imagen. Se sumergió en aquella loca idea de la extracción de una parte de la materia de lo otro, del otro mismo, a través de la fotografía (¿qué otra cosa podría ser aquello que se veía sino una parte intrínseca de la materia del alma?). Confiaba en los alcances de los rayos X como medio filosófico de entendimiento de la materia y de su invisibilidad. Detestaba la impertinencia del ojo, engañándonos en todo momento, pero se maravillaba con él y él mismo se perdía en su engaño al ver sus sorprendentes (por extrañas) placas con gelatina.

“Je suis retourné à mes formations de cristaux que je photographie directement en les copiant de la plaque de verre où la cristallisation se trouve. Ces agrégats, des fleurs de glace, m’ont ouvert des perspectives dans les secrets de la nature qui me stupéfiaient” (Citado por Per Hemmingson)




Mi corazón siempre se ha resquebrajado al leer sus honestas cartas, sus peticiones, sus explicaciones y sus reclamos enfurecidos ante la incomprensión de los demás; también he llorado viendo sus fotografías del cielo (siempre tan oscuro), y de las nubes sobre Estocolmo.

El alma de Strindberg al descubrir la psicología le dió el nombre de inconsciente a todo aquello que lo impulsaba, en su camino basó su investigación en lo supranatural; habiéndose revolcado en los placeres malsanos del realismo y del naturalismo su ansia de más placer lo llevó a buscar aún más adentro o más abajo o más al interior; después “los otros” le llamarán surrealismo: pero supranatural fue su palabra.

“C’est donc à moi de jeter la pasarelle entre le naturalisme et le supranaturalisme en proclamant que celui-ci ne constitue qu’un devéloppement de celui’la” (Citado por Eric Renner)

Cuando arribó al teatro de cámara, donde exhibía en acciones y palabras el mundo del alma, de lo supranatural y de lo inconsciente ya el camino había sido recorrido en los avatares de la exploración; su teatro fue y sigue siendo revolucionario porque llegó a él como un resultado inevitable de esos encuentros fallidos con la alquimia, la astronomía, las ciencias, la filosofía y la fotografía.

“Je cherche la vérité dans la photographie, intensément, comme je la cherche dans beaucoup d’autres domaines.” (Inferno)

Ahora más que nunca estoy plenamente convencido que para conocer (y disfrutar aún más) a Strindberg hay que ver y leer sus imágenes.


*

El día de mi cumplaños recibí de quien me ama un pequeño libro editado en 1994 por Actes Sud, “L’expérience Photographique d’August Strindberg” escrito por Clément Chéroux y con un delicioso anexo con pequeños extractos de textos escritos por el mismo Strindberg sobre su experiencia con la fotografía. En un primer momento el libro me resultó bastante sobrio, informativo tal vez, pero la fuerza de la experiencia de Strindberg, aquello que se desprende de su búsqueda y en especial las citas de sus textos despertaron en mí una verdadera admiración por el trabajo de Chéroux.

Ahora puedo entender cómo pocos años después de esa publicación el Museo Nacional de Estocolmo y el Museo de Orsay expusieron una gran parte de su obra pictórica y fotográfica (2), sin mayor preámbulo de su obra literaria y teatral, sino como un pintor y un fotógrafo único.





(1) Decidí no traducir los textos (que algunos de por sí son traducciones del sueco al francés) debido a que pensé podría cometer errores garrafales en mi transliteración de las ideas de Strindberg, y pido disculpas por ello. Una solución puede ser el acercamiento a las palabras en un sitio gratuito de traducción por internet, con la conciencia de no ser una traducción real el esfuerzo por darle un orden creo daría más que una traducción fallida de mi parte.
(2) La exposición fue conocida principalmente por el libro publicado a partir de ella: “August Strindberg Painter and Photographer”, editado por la Universidad de Yale y el Museo Nacional de Estocolmo.


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