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viernes, 19 de junio de 2009

Festival Monlam 2009 (Año Nuevo Tibetano) Día 4: Danza-Teatro Cham en el Monasterio Rongwu. Preliminares.




Nota: Esta entrada forma parte de una serie completa sobre el festival Monlam o Año Nuevo Lunar Tibetano realizado en el Monasterio Rongwu, en Repkong, Qinghai, China. Ver la introducción a esta serie de narraciones en la entrada del Blog del 18 de marzo de 2009: "Festival Monlam 2009 (Año Nuevo Tibetano) Día 1: Procesión de la estatua de Buda en el monasterio Niantog.
"



Día 4Danza-Teatro Cham en el Monasterio Rongwu.
Cuatro días de extraordinarios eventos crean una energía incomparable y también una sed de ver y aprender sobre todo aquello que se ha visto. Los días anteriores me habían servido como una maravillosa introducción para poder presenciar 5 horas de un espectáculo único por el que había ido especialmente a Repkong, la danza-teatro tibetana Cham.

La llamada danza Cham (o danza de los demonios enmascarados) es una representación ritual que se realiza solamente en el budismo tibetano (1), teniendo diferentes versiones de la misma en toda la región tibetana que abarca desde Nepal, Bután y el norte de la India hasta la estepas de Mongolia, pasando por supuesto por todo el llamado Tibet. Le llamo danza-teatro porque posee elementos que reconocemos en occidente como teatrales y dancísticos, aún cuando la tradición religosa tibetana la llame solamente "baile" es un acto que utliza música y movimiento pero además cuenta una historia a través de personajes; en círculos especializados estos actos serían llamados "actos performativos" o "actos representacionales".

La antigua región tibetana de Amdo, hoy Tongren, es una muy respetada región dentro del budismo tibetano y se le tiene muy en alto porque es lugar de nacimiento del actual Dalai Lama (exiliado en Dharamshala); cubre la totalidad de la enorme provincia china de Qinghai, llena de montañas, valles secos y fríos, y con una población totalmente ignorante (a excepción de la población inmigrante china y muy pocos privilegiados), de estracción rural y profundamente religiosa. Es también famosa porque en ella se dieron protestas tan fuertes como en la misma Lahsa en mayo de 2008. La región es puramente tibetana aún cuando esté gobernada por China y sea parte de China.

La danza Cham de Amdo tiene su especial estilo, y no es necesario ser un estudioso para descubrirlo, uno puede ver la misma danza de Bután o Nepal o del Templo Lama de Pekín (2) y las diferencias son evidentes.

El ritual en sí mismo se realiza como el punto culminante de los eventos del año nuevo tibetano (año lunar en Tibet) en el último día de celebraciones, y es representado por un grupo selecto de monjes preparados especialmente para ello. Algunos hablan de transmisión directa de maestro a discípulo de poderes esotéricos a través del baile.

La danza Cham tiene posiblemente un origen chamánico pero se ha convertido en un evento más dentro de una época religiosa importante (en este caso el año nuevo lunar), danza que ya no provoca trance ni en los que la realizan (los monjes) ni en quien la ve, sin embargo sigue siendo de particular importancia religiosa y hoy por hoy, teatral y turística. El pueblo la espera con ansia, y su realización tiene una muy particular estética, comparable con algunas danzas indígenas de origen prehispánico. La evolución a un acto perfomativo o teatral sin embargo parece no haber dado pie a un cambio radical de su estructura para hacerla más accesible o soportable a su público, aún cuando se habla de que el el pasado algunas danzas debieron durar días, hoy por hoy, su duración es aproximadamente de entre 4 y 6 horas, su música es monótona al igual que sus movimientos, y nadie recibe una explicación sobre lo que vió; como en todo en el budismo tibetano todo se explica con el tiempo de práctica y dentro de la vida monástica, nunca al lego.


Diapositivas de La danza-teatro Cham realizada en el monasterio Rongwu. Feb, 2009.






Narración del evento.


Debido al largo de la danza y a la cantidad de material que tengo de ella, he partido mi descripción del evento en cuatro partes y a su vez en cuatro entradas dentro de este Blog, lo que hará un tanto más accesible los detalles que considero importantes de compartir.

Debo repetir, una vez más, que no soy un estudioso de los actos performativos ni de la teatralidad budisto-tibetana y que por lo tanto desconozco en gran parte las estructuras y los porqués de lo que he visto, desde el día que vi esta representación en Repkong he aprendido algo pero no abusaré hablando de más (espero...); sin embargo creo que tengo un ojo teatral afilado y un espíritu aventurero (¡Vamos!, hice un viaje a una región tibetano-china para ver ésto) y ambos me ayudan a transmitir aquello que observé de una singular manera. Ustedes pueden o no seguir mi descripción escrita, es su decisión, pero las fotos y el video (editado en un sentido cronológico de eventos) son el documento en bruto, son la joyas que hay que ver.

Mi consejo entonces es seguir la descripción primero en texto y después ver el video correspondiente a esa primera descripción, y una vez revisado pasar a la siguiente. Sé que ésta y las otras 4 entradas de esta serie no son de una sentada rápida frente a la pantalla, así que promuevo la paciencia y el disfrute lento y pausado.


Primera parte: Preliminares



En la fría mañana del 9 de febrero de 2009 el complejo del monasterio de Rongwu mostraba un delgado pero continuo río de gente que llegaba al último día de celebraciones del nuevo año tibetano; llegando de todas las regiones vecinas, cada uno se postraban tres veces (o más) frente a la gran Buda dorada de enmedio de la enorme plaza de entrada, después seguían su peregrinación por todo el monasterio, realizando sus rezos y entrando y saliendo de cada templo.

A las 10:30 a.m. todo seguía en aquella cama. Dentro de la plaza del templo principal de Rongwu había reunidos unos cuantos grupos de aldeanos y varios monjes adolescentes; cerca de la entrada del templo
pude observar una especie de soporte metálico con dos imágenes de esqueletos en movimiento, con los brazos y las piernas muy abiertos, un soporte de aquellos larguísimos cornos tibetanos.

Dentro del templo ya estaban sentados muchos de ellos, esperaban su desayuno ritual, un pedazo de pan duro y té, mientras algunos de los principales realizaban movimientos de preparación para su asamblea. Pudimos entrar al templo y presenciar algunos de esos movimientos rituales: llevar incienso y caminar con él por todos los pasillos, encender una y otra vez velas y cirios en los altares, los novicios aplaudiendo en sentido ritmico, acciones algunas familiares algunas incomprensibles. Contrario a otras veces nos dejaron tomar fotos y algunos chinos imprudentes se metían más allá del pasillo de entrada y como si los monjes fueran objetos a su disposición les tomaban fotos y video.

Como consideraba que esta vez la importancia estaba en los monjes que realizarían la danza, me salí del templo para buscarlos y encontré algunos preparando “el escenario” en el medio de la plaza.

Una estructura triangular con tres lanza-astas con banderolas sobresalían en la parte trasera (o frontal de la plaza), frente a la puerta principal, y en medio de esa estructura triangular había una mesa con tres pequeñas cabezas en cada esquina: una especie de calavera, una pintada de verde y una pintada de rosa, que yo explicaría como los tres estados del cuerpo, uno saludable, otro enfermo y otro muerto. Casi en medio de la plaza había un tablado con una gran imagen pintada de un ser descarnado y en los laterales mirando hacia el exterior varias calaveras.


Cuando preguntaba sobre todo ello al guía, él tan asombrado como yo de observar cada cosa (y tomarles foto), sólo repetía cierta información aprendida de memoria, que la danza era referente a los demonios y que servía como un exorcismo, por eso todo aquello que había ahí nos recordaba a la muerte. Era evidente que eso debió ser en un principio, pero ahora ¿qué? ¿Es sólo un ritual sin mucho sentido para la gente como muchos de los de nuestra iglesia católica, de nuestras fiestas de pueblo, que han perdido su origen y su funcionalidad espiritual? Preguntaba sobre el efecto en la gente, sobre si seguía siendo vigente, pero mi guía, chino de la etnia Han no religioso o investigador, tenía limitaciones para contestarme ciertas preguntas. Es posible, que se hubiera perdido todo sentido ya, o que simplemento el hecho de que los monjes realizaran este exorcismo-danza crearía buenos augurios para el año venidero, como un amuleto;, sin necesidad de ningún tipo extra de partiipación; pareciera que en este acto la gente no reaccionaría tan ferviente como en los otros anteriores: ¿bailarían,? ¿cantarían durante la representación? ¿Gritarían, hablarían con los personajes? Mucha expectación y duda, sanamente me decidí por seguir observando.

El grupo de monjes-bailarines permanecían vestidos con sus típicas túnicas rojas pero esta vez calzaban un tipo especial de zapato: blanco, de piel con motivos de tela en una franja central, con una muy pequeña elevación y con dos pequeños picos elevándose en la punta; un tipo de zapatos que no había visto en ninguno de los otros eventos anteriores.


A diferencia de los otros días los monjes ahora estaban un tanto más preocupados por delimitar el “espacio” mismo de la representación; para ello contaban con un costal de cal y se preguntaban sobre las dimensiones exactas de la plaza para realizar un círculo, de hecho para realizar dos. Una vez dibujados los círculos con la cal, la gente pudo ubicarse para sentarse fuera de ellos y quedarse ahí hasta la hora de la representación. Los monjes pintaron además una serie de cuadros al pie de las escaleras que llevan al templo principal (lo que denominaríamos el escenario) y que parecía ubicaban lugares para cada uno de los personajes que participarían en la danza.

Salieron dos monjes del templo (dentro seguían en rezos) llevando una estructura tipo pirámide de madera que en la punta tenía una calavera muy bien definida y una especie de moños de tela como orejas (o alas) y una llama en su cabeza, como si fuera una “muerte iluminada” o "la espiriutalidad de la muerte". Depositaron la estructura sobre la mesa de las tres cabezas y regresaron al templo.


Los cornos ubicados sobre el techo del templo principal comenzaron a sonar y una gran algarabía en los espectadores se dejó sentir, parecía que la danza iba a comenzar.

Video 1: Preliminares de la presentación de la danza-teatro Cham. Rongwu. Feb, 2009.

(Part 1) Tibetan Cham Dance Performance at Rongwu Monastery: Preliminaries. from Gustavo Thomas on Vimeo.








(1)
No hay que confundir el nombre Cham con otras danzas denominadas igual por una coincidencia de sonido, y debido a la transcripción a nuestro alfabeto de la palabra tibetana. Algunos para diferenciarla la llaman Tcham.
(2) Se pueden encontrar varios video de la misma danza en Youtube o buscando en Google. Es mejor en la búsqueda agregar a "Cham dance" la palabra "tibetan' or "budist". La b´suqueda en español puede ser muy limitada en resultados pero también funciona.



Texto, fotografías y vídeos en este Blog son propiedad del autor, excepto cuando se aclare otra autoría. Todos los derechos son reservados por el autor de este Blog. Si existe algún interés en usar textos, fotografías o vídeos propiedad del autor, sea uso comercial o no, es necesario hacer una petición por escrito y dirigirla por correo electrónico a Gustavo Thomas a gustavothomasteatro@gmail.com.



lunes, 11 de mayo de 2009

Festival Monlam 2009 (Año Nuevo Tibetano) Día 3: Procesión de la estatua de Buda Maitreya en el Monasterio Rongwu.






Día 3
Procesión de la estatua del Buda Maitreya en el monasterio Rongwu


Fotografías de la procesión de la estatua del Buda Maitreya en el monasterio Rongwu
Si por alguna razón las fotografías de la presentación se ven mal, haz click dentro del recuadro y te llevará a la página de Picasa donde están todas las fotos.




Narración del evento


Después de dos días de eventos verdaderamente extraordinarios, la idea era descansar un poco e incluso dudamos de ir a ver lo que considerábamos una repetición de la procesión del templo Niantog dos días antes, aquella ceremonia como la de la develación del Tanka habían durado cada una más de cinco horas y creíamos que una repetición iba a ser casi insoportable. Obviamente estábamos equivocados.

El inmenso monasterio de Rongwu no sólo albergaba a cientos de monjes novicios sino que para este evento especial habían llegado muchos más de los monasterios vecinos; éste al parecer iba a ser el primer evento en el que hiciera presencia el Lama Rimpoché, el segundo en jerarquía (después del Dalai Lama) dentro del budismo tibetano.

La conocida estructura se repetía: monjes iban y venían por toda la plaza y en grupos a través del monasterio se les veía ataviados nuevamente para una ceremonia especial, llevando diferentes objetos, cada uno con tareas muy definidas. Dentro del templo principal se reunían una cantidad verdaderamente inusitada de ellos (intenté contar y me detuve en 300 hasta que me cerraron las cortinas). La atmósfera parecía un tanto más caótica que la de los días anteriores, pareciera que no iba a haber una estructura de presentación, pero no fue así; todo se realizó como ya lo habíamos experimentado.

Alrededor del medio día la ceremonia preparatoria dentro del templo terminó y la mayoría de los monjes novicios que rezaban dentro salieron en un flujo interminable, grupos y grupos de mantas rojas salían de ese lugar deperdigándose dentro y fuera de la plaza. Llegué a ver algunos que en grupos de 5 o 6 se metían a autos último modelo y entre la multitud que esperaba la ceremonia pitaban la bocina del auto para hacerse paso y salir del lugar para dirigirse a "comer" (al menos eso me informaron).

Así que debíamos esperar porque todos los monjes, o al menos los novicios, debían irse a comer. La espera no fue larga, menos de 30 minutos y todos estaban de vuelta.

Los cornos sonaron y el caos de la plaza se acrecentó; esta vez preferí situarme en un espacio un tanto alejado y poder hacer tomas desde una pared para controlar más la cámara y no luchar entre los empujones de la gente, así podría usar el zoom de mejor manera para aquellas tomas que lo necesitaran. No fue un paraíso pero me gustó el ángulo desde donde tomé todo; además pude tener contacto con algunos de los espectadores tibetanos, que sin preocuparse que yo no entendía nada de su idioma, comentaban sobre la ceremonia, sobre la presencia del Lama Rimpoché y sobre lo que iba a venir, ¡toda una delicia!

El Lama Rimpoché se sentó en lo alto del templo en una gran terraza, con un grupo de monjes y cerca de un grupo de chinos privilegiados; los demás, todos, estábamos repartidos debajo de ellos en la plaza.

La presentación de grupos, jerarquías religiosas, objetos, estandartes fue inmensamente larga (evidentemente en el video la edité y la hice muy corta). Esta vez pude disfrutar un poco más de cómo llegaban a sus formaciones circulares, observar los objetos que portaban y en especial del "vestuario" de los altos líderes religiosos dentro de la ceremonia: el vestuario del mayor lider (el Lama Rimpoché) era tan simple como el de cualquier monje, pero no así el de aquellos que participaban abajo en la ceremonia de presentación; ellos, los principales, me recordaban a los actores de tragedias griegas ataviados en enormes trajes y máscaras marcando su diferencia con el mundo terrenal; como esos actores trágicos los monjes de Rongwu usaban una especie de zapatos altos o zancos (algunos de más de 5 centímetros de alto) que sólo había visto en la ópera china, además de una gran cantidad de telas de diferentes colores con "hombreras" para hacerlos más grandes y poderse repartir mejor alrededor del cuerpo; llevaban también, como en personajes de ópera china, aditamentos propios de su jerarquía y simbolismo espiritual (bastones, predicadores, etc), y sombreros especiales.

En la siguiente foto que tomé en el monasterio de Niantog se puede observar un ejemplo de la manera de vestir a la que me refiero arriba. Los monjes de las trompetas calzan pequeños zancos, mientras el principal unos muy estilizados, los tres con un exceso de telas y el principal con una hombrera de un lado.


En las siguientes dos fotos tomadas del video en Rongwu, podemos observar el mismo fenómeno "teatral" del vestuario de los monjes. En la primera foto notamos la diferencia entre el personaje ataviado especialmente para el evento y los otros monjes con el pueblo mismo. En la segunda foto, verdaderamente especial, se muestra al fondo a uno de esos "personajes" saliendo del templo, lo remarcable es que su solo vestuario le da una un peso muy grande, es una salida de personaje épico diría yo. (Todas las fotos las pueden agrandar para verlas mejor haciendo click en ellas)




Los juegos de semejanzas son inevitables, yo sé que no descubro absolutamente nada, el ligue entre religión y evento teatral es más que evidente en la tragedia griega, y el ligue entre evento religioso y evento teatral en las ceremonias tibetanas es reconocido por cualquier antropólogo social e investigador de artes performativas. Digamos que aquí lo experimentaba en vivo y lo disfrutaba pero lo más importante de todo, lo documentaba. Eso me hacía inmensamente feliz.

Una vez que la presentación tuvo lugar y los monjes empezaron a salir de la plaza, como en el día anterior la gente se abalanzó literalmente hacia las puertas del templo. Desde aquella puerta salían monjes que jalaban el lazo envuelto en gasas blancas, y que como un cordón umbilical los ligaba a la carroza del Buda Maitreya. Murmullo y agitación por todas partes; su salida resultó tan descuidada y caótica como la del día anterior, sólo que está vez no fuí acarreado por la multitud y pude observarlos desde un punto más estable.

Una de las imágenes más impactantes fue aparición de la carroza desde el templo principal, enorme para la puerta, al parecer inmensamente pesada e intentando sacarla entre la multitud que se agolpaba para tocarla, aventarle gasas blancas o ayudar a cargarla. Como une pequeña capilla montable, decorada en colores y oro, con su Buda "enjaulado" en ella. El mismo Lama Rimpoché y los monjes de la terraza aventaron sus gasas a la carroza cuando pasaba debajo de ellos. Era la develación del tanka, un momento sumamente religioso, extático tal vez, pero dilatado, un tiempo largo entre la algarabía religiosa y espiritual de todo un pueblo: la gente cantaba, los cornos sonaban, muchos rezaban, aventaban puños de arroz y aquellos papeles de colores con mantras impresos en ellos. Adoro ese canto religioso de las mujeres del pueblo tibetano, el canto que llamo "agudo", un canto que sé que desde ese viaje aparecerá continuamente en mis sueños.

En su camino hacia la salida de la plaza del templo principal la carroza estuvo a punto de caer, no sabíamos si la gente se mofaba o se espantaba por ello, su sorpresa era un tanto extraña, para nuestro códigos culturales; la sombrilla con el hombre que la escoltaba sí cayó y tardó mucho en volver a abrirse atrás ella pero lo logró.

Cuando la procesión pasó por donde yo estaba pude usar el zoom de la cámara y tomar un close-up del Buda Maitreya: quedé sorprendido, yo veía, sumergido en mi cultura cristiana, una virgen católica dentro de su pedestal; ésta vez, debía hacer la trasposición de lugar, de "objeto", era la estatua de un Buda, una estatua dorada con un buda de cara femenina.

La multitud se agolpaba violentamente, no había ya manera de salir de ahí sin ser "movido" también. Una vez afura de la plaza principal, la procesión podía tener lugar en la mayoría de las capillas y templos del monasterio, eso duraría una o dos horas más, aunque el guía nos decía que seguramente sólo darían una vuelta al templo y para evitar más estragos meterían la carroza por detrás.

Había sido demasiado; estaba contento y cansado. Dejé ir la carroza y a la gente que iba tras ella, para mí el evento había terminado cuando salí de la plaza.

Ahora quería descansar, bajar todo ese material a la computadora, tratar de editar algunas fotos, pensar en aquello, y esperar, al día siguiente vendría el evento por el que expresamente había querido ir a Amdo, la danza-teatro Cham.



Gustavo Thomas. Get yours at bighugelabs.com

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