jueves, 31 de mayo de 2012

Carta a los gringos. Un texto dramático de Gustavo Thomas publicado electrónicamente.

Portada del libro electrónico "Carta a los gringos" de Gustavo Thomas (2012)

 Continúo con la exploración de la autopublicación; ahora paso del texto teórico del método de actuación de Antonio González Caballero, autopublicado en especie y en venta en internet, a un texto dramático mío, Carta a los gringos.

Carta a los gringos es un texto corto que escribí en 2002 para leerlo en el encuentro de teatro fronterizo que se realizó en Tepic ese mismo año; lo elaboré a partir de experiencias en talleres con jóvenes actores durante los años 90 en donde el tema principal era la filtración de lo norteamericano dentro de los sueños de avance y desarrollo de los mexicanos de clase media: Dos adolescentes de la ciudad de México se debaten en una discusión sin sentido sobre un viaje que nunca harán a los Estados Unidos. Los sueños de amistad y entrega mutua se entremezclan con la frustración de una clase media mexicana que desea obsesivamente con formar parte del mundo desarrollado que representa su país vecino. Drogas, ejercicio físico, malas palabras y consumismo envuelven un texto que se acomoda y reacomoda en bloques según la necesidad de la dirección escénica que lo pretenda abordar; los diálogos y la exigencia de actuación están dentro de lo que llamaríamos comúnmente realismo mexicano. 

Después de la lectura en aquél encuentro fronterizo el dramaturgo y director Enrique Mijares me propuso publicarlo en papel junto con otros textos, tanto de otros autores mexicanos como de autores puertoriqueños, en una coedición entre insituciones de los dos países. Como ya estaba esa publicación en especie (2003) decidí que era factible probarlo ahora como mi primera publicación en formato electrónico (e-book) dentro de la librería Kindle de Amazon.com.

"Carta a los gringos" dentro de la librería Kindle de Amazon.com


Mi plan es seguir trabajando de esta manera, publicando cada obra mía electrónicamente, y poco a poco reunir grupos de piezas, sea por época o temas, para después publicarlas en papel como lo hice con el texto del método de actuación de González Caballero.

Ustedes pueden "bajar" el texto por US$3.00 para leerlo con la aplicación Kindle que se usa para libros electrónicos, así podrán verlo tanto en su computadora, tableta electrónica (Ipad, Galaxy, Kindle Fire, etc) o cualquier teléfono móvil inteligente (Iphone, blackberry, HTC, etc):




 El libro del método de actuación tendrá también su versión electrónica pero debido a complicaciones con el traspaso de formato ha debido retrasarse su publicación en Kindle, ya avisaré cuando esté disponible.




Texto, fotografías y vídeos en este Blog son propiedad del autor, excepto cuando se aclare otra autoría. Todos los derechos son reservados por el autor de este Blog. Si existe algún interés en usar textos, fotografías o vídeos propiedad del autor, sea uso comercial o no, es necesario hacer una petición por escrito y dirigirla por correo electrónico a Gustavo Thomas a gustavothomasteatro@gmail.com.

*


El libro del método de actuación de Antonio González Caballero (NO incluye el Método de Voz) está a la venta solamente a través de Internet, y en tres sitios: 

Amazon España:  http://www.amazon.es/Método-Actuación-Antonio-González-Caballero/dp/1466261919

Amazon.com: http://www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-Spanish/dp/1466261919 

CreateSpace: https://www.createspace.com/3677417


domingo, 20 de mayo de 2012

"Parting Memories" de Violeta Luna. Un teatro conceptual en el festival Panamerican Routes en Toronto (2012)

Violeta Luna en Parting Memories (foto de publicidad en Internet)


Ayer fuí a ver "Parting Memories" una pieza de teatro conceptual de y con Violeta Luna en el teatro Passe Muraille de Toronto, como parte del festival latinoamericano de teatro "Panamerican Routes" organizado por el colectivo latinoamericano-canadiense Aluna Theatre.

Violeta es una artista escénico-visual mexicana que ha trabajado como artista asociado en La Pocha Nostra (el colectivo de Guillermo Gómez-Peña) y con Secos & Mojados en la ciudad de San Francisco. "Parting memories" es parte de un proyecto que Violeta realiza actualmente con Secos & Mojados alrededor de la inmigración latinoamericana a los Estados Unidos y el lastre personal que lleva consigo la emigración misma.

Le he llamado "teatro conceptual" porque los elementos de la pieza (no dramática por su actuación) se enlazan en diferentes niveles de lenguaje narrativo de acuerdo a un concepto único, la inmigración a los Estados Unidos, y es el espectador quien une los hilos de esos niveles.

Hay un primer nivel (el que considero de más fuerza) que es la grabación de la narración de más de 30 años de la vida de una inmigrante ilegal salvadoreña; un segundo nivel que nos presenta, al mismo tiempo que la narración en sonido, un video con distintas imágenes, primero de una mujer que es desenterrada dentro de un proceso de investigación criminal (tal vez una escena de asesinato) y que es la artista misma (o aquella que habla, o en todo caso, una inmigrante más...), y los diferentes pasos de preparación para el cruce ilegal a los Estados Unidos (lista de requerimientos, recuerdos, mapas, etc) con la omnipresencia del pasaporte mexicano; y finalmente un tercer nivel, escénico, vivo, con Violeta Luna exponiendo (igualmente al mismo tiempo que los otros discursos), y principalmente en imágenes visuales, el cuerpo (el suyo) en relación con los diferentes objetos de la memoria, objetos que se llevan en un viaje de tal magnitud, más la experiencia física que ese cuerpo tiene en los momentos en que es catalogado como "inmigrante ilegal" y por lo tanto como criminal en el otro país.

Violeta Luna en Parting Memories (Foto de publicidad en Internet)

Es una muy rica propuesta escénica donde la fuerza dramática radica principamente en esa historia que narra la mujer salvadoreña, mientras el cuerpo de Luna ofrece mas bien un fondo o marco, un material de exposición que enriquece ese primer discurso.

Aun cuando hay un uso de interacción con el público este no adquiere, creo, un poder catártico en el cuerpo de quien observa sino más bien contemplativo. En todo caso, hay solo un momento donde considero que esa interacción tuvo tanta fuerza que pasó del concepto básico al cuerpo real del espectador, y fue cuando después de haber pedido Violeta al público que le aplicaran sellos en su cuerpo semidesnudo (sellos de "ilegal", "criminal" y "terrorista"), la artista aplicó uno en la pierna de una de las espectadoras, siendo ahora ella quien decidía el encasillamiento legal o ilegal de alguien desconocido.

Evidentemente para todo viajero como yo que vive la condición de inmigrante continuamente, incluso de caracter legal,  es un trabajo sumamente poderoso, pero tengo mis dudas si lo es para aquellos espectadores que forman parte del mundo "inmigrado". Los espectadores canadienses no inmigrantes (y puedo creer que los norteamericanos del mismo tipo lo hacen también) reaccionan de una manera que consideraría melodramática, con cierta conmiseración. Si esa es una parte del objetivo del montaje funciona sin duda, si no, entonces es un pero al mismo objetivo, porque: ¿por qué sumarse a una serie de muestrarios "concientes" de la condición difícil de un inmigrante, como lo son las continuas notas periodísticas o exposiciones que inundan a diario la prensa norteamericana o canadiense?

En todo caso la duda me llega, como en todo trabajo que ofrece una exposición de un problema social, ¿hasta donde funciona la exposición sola de esos problemas en el mundo del arte más allá del toque de actualidad?

Violeta Luna dará un taller de 3 días que habría que aprovechar.


Violeta Luna's performance "Parting memories" at Theatre Passe Muraille (Toronto. May 19, 2012)
Violeta Luna después de la representación de Parting memories en el teatro passe Muraille. (Foto de Gustavo Thomas. 2012)

Violeta Luna's performance "Parting memories" at Theatre Passe Muraille (Toronto. May 19, 2012)
La escena de Parting memories después de la representación en el teatro passe Muraille. (Foto de Gustavo Thomas. 2012)







Texto, fotografías y vídeos en este Blog son propiedad del autor, excepto cuando se aclare otra autoría. Todos los derechos son reservados por el autor de este Blog. Si existe algún interés en usar textos, fotografías o vídeos propiedad del autor, sea uso comercial o no, es necesario hacer una petición por escrito y dirigirla por correo electrónico a Gustavo Thomas a gustavothomasteatro@gmail.com.


viernes, 11 de mayo de 2012

González Caballero, padre. (En el noveno aniversario de su muerte)

Nota: Este texto fue leído en su primera versión, en Puebla, durante el primer homenaje a días de la muerte de González Caballero, en mayo de 2003. Ahora lo retomo en el noveno aniversario de su deceso.

Retrato de Antonio González Caballero (Digital Painting. 2011)
Antonio González Caballero (Digital Work Over Photograph. © Gustavo Thomas. 2011)


González Caballero, padre.

La contundencia de la acciones en la vida real pueden abrumarnos. González Caballero ha tenido una acción más que contundente para todos nosotros y reaccionamos a ello, que no nos abrume. Ahora que él ha muerto, no le busquemos cronologías para una buena biografía... "Enumerarlo, seguir el orden de sus días, me parece imposible; mejor buscar su eternidad, sus repeticiones. Sólo una descripción intemporal, morosa con amor, puede devolvérnoslo.", escribe el joven Borges en su texto sobre la vida del poeta Evaristo Carriego.

I

Transmitir por necesidad, debido a un continuo trabajo dentro de la meditación taoísta-tibetana donde se aprende a dar, a ofrecerse totalmente a los demás, al mundo, más allá de la fama o del reconocimiento...
Dar fue para González Caballero el principal impulso en su vida. El fue siempre, sin lugar a dudas, el maestro que da.
González Caballero dio con libertad, dio a todos; pintó y dio, escribió y dio, investigo una técnica de actuación y dio.
No hablo del amigo... ¿qué puedo decir de lo que el amigo dio?

González Caballero fue maestro de tres disciplinas durante su vida: la Ciencia de la Física Mental, la pintura y la actuación.

Estaba convencido que la dramaturgia no debía enseñarse, sino que leyendo y escribiendo el dramaturgo evolucionaría; un tanto engañosa apreciación la suya cuando en cada una de sus clases, en cada una de sus pláticas, hablaba de lo que había leído, lo analizaba, lo transformaba, escuchaba nuestros escritos, los comentaba, nos regañaba por ciertos crasos errores. Daba clases de dramaturgia también, así, en su muy particular estilo.

Desde la adolescencia con sus primeros estudios de pintura a nivel comercial, González Caballero resultaba para los demás ser un talentoso artista lleno de incertidumbres e impulsos destructivos. En los años 50's, a partir de su encuentro con la filosofía tibetana que en su versión occidental transmitía en México el maestro Pedro Espinoza de los Monteros, González Caballero tuvo un cambio radical en su vida y en su idea de dar. La fuerza que ese trabajo le diera transmitiéndolo durante nueve años lo llevó, entre otras cosas, a entrar de lleno a la pedagogía de la pintura, creó un método de aprendizaje en base a las investigaciones que a Paul Klee y Vasili Kandinski en los años 20 los hizo tan famosos como docentes en la Bauhaus alemana. De ese método de su primera escuela salieron algunos pintores y caricaturistas mexicanos de renombre.

Ese mismo dar siguió cambiando su vida, incursionó con tremendo éxito en la dramaturgia y a través de algunos accidentes del destino fue a caer a la clase de creatividad para actores en la escuela Andrés Soler de la ANDA. Siendo pintor y escritor González Caballero no conocía los secretos del arte de actuar, y con humildad, profundidad y genialidad entró en ello. En 1971 creo su primer taller de actuación de donde salió su técnica de actuación y decenas de actores con su sello; ese taller nunca se detuvo sino hasta el día de su muerte, literalmente.

II

En lo que llamo su singular manera de transmitir los conocimientos, González Caballero, fue para la gran mayoría de nosotros “un maestro” que, como dije anteriormente, siempre estaba enseñando algo. Lo llamábamos así, el maestro. Para quien le llamaba Toño (un caso especial) lo hacía porque se consideraba su amigo de confianza y sin embargo al visitarlo no se iba sin aprender algo de él, de su obra, de su trabajo, “Toño”, el amigo, se volvía un maestro también.

Una clase con González Caballero era un juego, y sin embargo uno intuía que estaba en algo mucho más profundo, en momentos sagrado; siempre había humor, cierto desparpajo y abstracción; su prodigioso uso de la imaginación se transmitía al mundo y uno salía de sus sesiones impulsado a crear, como si la imaginación del viejo nos hubiese contagiado de tal manera que solo faltara llegar a casa para que en la soledad se concretara esa idea surgida con su plática, con sus gestos, con su dar. Cuando González Caballero daba clases había algo en verdad de donde absorber, imposible no hacerlo; cuando el maestro hablaba, había algo que imaginar, y al final, siempre, algo que crear.

Seré también precavido, alguno comentará por ahí que no aprendía con él, que era aburrido o molesto, y está en su derecho de comentarlo; pero ahora sin precaución digo, seguro que esa errónea percepción habrá sido debido a prejuicios ante su personalidad, ante su forma de vestir, ante su actitud ante el dinero.

González Caballero gritaba, callaba a la gente, golpeaba mesas para llamar la atención con fuerza, soltaba madres (como él decía), e inmediatamente después sonreía como si no hubiera pasado nada, y sin más podía acercarte sus cinco dedos juntos en su muy original saludo.

En este amoroso y moroso recuento de mi experiencia como alumno recuerdo lo impresionante que era para mí el que un hombre de su baja estatura, de su actitud, con esa voz extrañamente aguda y ronca, se volviera tan grande en una clase. Para quien adoraba las personalidades fuertes González Caballero no era más que un desaliñado sin importancia, habría que imaginarlo ahora que ya no está: cerraba los ojos al hablar para concentrarse; hasta los años noventa fumaba sus Delicados y mantenía una parte de su bigote quemado y algo amarillo por el tabaco, así como las uñas de los dedos con que tomaba el cigarro; esa inexistente dentadura y sin embargo su hablar normal (se enorgullecía de su dicción que lo hacía no chochear, recuerdo); sus lentes y la marca que tenía de ellos en la nariz; su puente roto y su dedo abriendo más de lo normal una fosa nasal para respirar mejor: su eterna chamarra (que cuando llovía le gustaba porque decía que así podía aprovechar para lavarla); sus también eternos pantalones guangos y sucios; sus zapatos de vagabundo; su barba siempre con días sin rasurar... Sí, a esa personalidad no se le respetaba mucho, y sin embargo, sabiéndolo él, no buscaba imponer respeto a su persona, no reclamaba por ello, él estaba ahí enseñando, nos cambiaba la vida en la actuación, nos daba las armas para sobrevivir en ella.

Un compañero de mi entonces compañía Esférica Ludens, días antes de que muriera el maestro me escribía en un correo electrónico: "Debo apurarme porque quiero absorber a González Caballero, sus clases son para mí oro molido." Lo creo, tengo un poco de ese oro brillando en mis manos.

González Caballero siempre llegaba a tiempo, pero eso no significaba que en punto empezara a hablar del tema de clase, todo se iba dando con simpleza, platicando entrábamos en el tema, en los ejercicios. Su taller durante años empezó, fuera sábado o domingo, a las once de la mañana, y los ejercicios podían iniciar a las 12 o 1 de la tarde, pero nunca sentías que perdías tiempo; al fin estabas cerca de él.
En esa época que ahora recuerdo, a fines de los 80's, las sesiones eran en un amplio cuarto en la azotea de la casa de la maestra Román Calvo, que albergó al taller durante varios años; ahí fueron mis primeras clases de dramaturgia, con ellos dos y algunos compañeros leyendo mis obras después del taller de los sábados; eran en verdad pequeñas tertulias. Después de comer en algún restaurante cualquiera había que regresar a la casa de la maestra, escuchar la lectura de quien tuviera un texto, platicar, ir al cine. Con González Caballero eran fines de semana de continuo aprendizaje y disfrute.
Uno iba a aprender de actuación y aprendía también filosofía, cine (en eso era un experto), literatura, psicología, historia, chismes de esa historia, libertad, uno aprendía con él a ser libre. Es por eso que estoy convencido que algunos lo rechazaban, les daba miedo su libertad, no podían ser libres, nunca tanto como él.
Todo continuó de la misma manera hasta el final de su vida, las sedes del taller cambiaron pero la rutina de aprendizaje y disfrute permanecía.


III

Aprendí con él un nuevo concepto de la palabra rebeldía, y vaya que me costó trabajo y trabajos aprenderlo: ¿para qué gritar?, ¿para qué querer romper todos los esquemas frente a los demás? En tu vida, en tu obra, en tu simple andar puedes ser libre, esa es la mayor rebeldía y esa él la enseñaba sin necesidad absolutamente de nada más, viviendo, estando cerca, haciéndonos su amigo.
González Caballero siempre leía por su propio gusto, pero esa continua lectura refrescaba su obra, su clase, siempre había algo nuevo que reforzaba su trabajo, y todo era tan profundo, tan elevado, que a veces no nos dábamos cuenta de ello; era simple, risueño, simple, muy simple. Cuando uno lee sobre los maestros orientales taoístas puede tener una idea de dónde venía su maestría.

Invitábamos gente ajena al taller, gente a quienes les había sorprendido nuestra evolución, nuestra cultura, les decíamos que se los debíamos al maestro, entonces querían conocerlo; iban ciertamente ilusionados de conocer al maestro, y cuando lo veían o lo escuchaban o incluso cuando leían su obra, pocos, muy pocos lo alababan; la mayoría creía que nosotros éramos los grandes y que estábamos obsesionados, engañados con que él nos había dado cosas que en realidad nosotros aprendimos por nuestra cuenta. ¡Tontos, tontos, tontos!
González Caballero, con la apariencia de vagabundo que tenía, resulta ser el padre de una inmensa generación de actores y artistas de este país, es el padre de una técnica de actuación que manejan, mal que bien, decenas de jóvenes actores, es el padre de algunos dramaturgos entre los que me incluyo, es el padre de maestros de teatro... González Caballero no tuvo hijos biológicos pero fue un padre indiscriminado de artistas, nunca usó condón para enseñar, era un libertino del dar, a todos, a quien fuera, no respetaba nada ni a nadie.

Grotowski tenía razón, todos tenemos un padre artístico y no podemos renunciar a ese hecho indiscutible, González Caballero es el nuestro y querámoslo o no está en nosotros: “aquí en mi corazón, aquí en mi mente, aquí en mi creatividad”, él, siguiendo el eterno estribillo ante la muerte de alguien, no ha muerto, vive en nosotros.

Finalmente, como lo escribí hace unos años donde decía que nosotros, sus alumnos, estando vivo el maestro, ya lo habíamos matado porque no aceptábamos su paternidad ni la defendíamos ante los embates de los poderosos de la cultura en nuestro país, ahora lo digo también: estuve tantos años junto a él y sigo estándolo porque González Caballero hacía lo que decía, no mintió; eso no lo he encontrado en ninguna otra parte de mi país y tal vez esa sea la razón por la que ahora vivo a miles de kilómetros de él y no lo sufro en su ahora eterna ausencia física.

¡Qué importa que los críticos mexicanos lo tomen como uno de los peores escritores famosos de nuestro teatro! ¡Qué importa que los directores sean tan faltos de preparación que no logren entender sus propuestas y que los compañeros de profesión lo minimicen a tal grado de que haya parecido un ingenuo diciendo cosas bonitas!... Por supuesto nada más erróneo.
Pero, recordemos, González Caballero no estaba muerto en vida por esas personas que lo atacaban o minimizaban, sino por sus propios alumnos, sus discípulos y los que se decían sus amigos. ¡Antes de que alguien salte ofendido puedo lavarme las manos de mi “yo acuso”! Aclaro: no todos.
Seguramente aquí hay muy pocos, y en su entierro muchos menos, que hablan de lo importante de su obra creadora, no de que haya escrito varias obras y deban editarse sus obras completas, sino de la verdadera importancia de su obra artística... No tengo que haber estado ahí para saberlo. Es normal, moría el amigo, el hombre... tal vez no era tiempo de hablar de eso... No sé, tengo mis dudas.
Creo que aquellos que lo sepultaron vivo antes de esa terrible tarde de mayo de este 2003 no entendieron que su lucha por el reconocimiento del viejo no era para González Caballero ni para su obra sino para ellos mismos: una vez transmitida la verdad ésta no pertenece al maestro sino al alumno, está en su sangre, forma parte de él. Las puertas abiertas formaron parte ya de su propia constitución, de sus intereses creativos, el maestro se había depositado en ellos. En realidad se sepultaron a sí mismos no dándole el respeto merecido, no analizando sus textos, no leyéndolo con profundidad, rebajando sus investigaciones, no desarrollando su propia creatividad ante sus enseñanzas. La muerte del padre es inevitablemente la muerte del hijo.

Al final de este amoroso y despiadado recuento no dejemos perder esa parte que él dejó en nosotros, aprendamos a dar como él dio, aceptemos su paternidad sobre nosotros y elevemos nuestra creación como él lo hizo con la suya; después seamos libres.

Como a todo artista desaparecido, y eso es algo que indiscutiblemente González Caballero ha hecho, “desaparecer”, intentemos darle vida en un verdadero lugar dentro de nuestras vidas, a través de su obra creativa que corre aún por nuestras venas.

Saludos a todos desde Beirut, donde gracias a Dios no se hace tanto teatro.





Gustavo Thomas

Beirut, Líbano
Junio de 2003 
(Retrabajado en Toronto, Canadá. Mayo de 2012)







Texto, fotografías y vídeos en este Blog son propiedad del autor, excepto cuando se aclare otra autoría. Todos los derechos son reservados por el autor de este Blog. Si existe algún interés en usar textos, fotografías o vídeos propiedad del autor, sea uso comercial o no, es necesario hacer una petición por escrito y dirigirla por correo electrónico a Gustavo Thomas a gustavothomasteatro@gmail.com.

*


El libro del método de actuación de Antonio González Caballero está a la venta solamente a través de Internet, y en dos sitios: Amazon.com: http://www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-Spanish/dp/1466261919 CreateSpace: https://www.createspace.com/3677417



jueves, 3 de mayo de 2012

La nueva edición del libro del Método de Actuación de Antonio González Caballero (2012)


Portada del nuevo libro de Método de Actuación de Antonio González Caballero (2012)


DEDICATORIA


¿A quién más puede este libro estar dedicado sino al mismo 
Antonio González Caballero, mi maestro y mi amigo?

Una deuda es saldada con esta publicación (casi 25 años de espera) y con ello descanso, pero continuar su obra, transmitiéndola y expandiéndola, nunca se detendrá. 



 *


Este texto primeramente es un documento. Durante varios años, entre 1986 y 1993 grabé varias sesiones y entrevistas alrededor del método de actuación de Antonio González Caballero, momento crucial para hacerlo porque el método se encontraba ya en una etapa de madurez, con una estructura totalmente definida e iniciaba su prueba en escuelas profesionales de actuación, más allá del laboratorio exploratorio. Esas grabaciones las transcribí digitalmente y fueron revisadas posteriormente por el mismo González Caballero. Las transcripciones son publicadas en este libro en su totalidad, son un documento fiel de su voz y de su manera de trabajar su método; al leerlas leeremos la voz de quien fue su creador, guía, maestro y teórico.

Este texto es también una guía práctica de trabajo del método para actores y maestros de actuación interesados en transmitirlo. He decidido, y es porque así también lo quería González Caballero, que el libro fuera publicado de una manera en que el método pudiera ser seguido exactamente como se trabajaba con él, paso a paso, apoyo por apoyo, corriente actuacional por corriente actuacional. Me he sentido con la seguridad de hacerlo así después de haber estudiado, guiado y practicado con el mismo durante más de 20 años, siendo casi diez de esos años al lado de González Caballero. La estructura entonces de sus textos obedece a ese seguimiento práctico de la técnica de actuación, de principio a fin, con mínimos comentarios teóricos de mi parte. Las palabras de González Caballero están en el orden que él mismo daba al método y mis palabras coadyuvan, creo yo, a dar lógica a ese seguimiento, agregando explicaciones, ejercicios e introduciendo a ciertos tópicos. Se suma además la transcripción de comentarios que los alumnos hacían después de varios de esos ejercicios dirigidos por su maestro y guía.

El libro, ustedes lo notarán inmediatamente, está plagado de citas en cursivas donde las palabras de González Caballero son totalmente rescatables; en el caso de que se necesite trabajar solo con el documento histórico, se podrán fácilmente aislar sus palabras de mis propios textos.

En los últimos años de su vida González Caballero se dedicó a explorar lo que sería la segunda parte del método de actuación: dedicada la primera a los apoyos para la creación de un personaje total, en la segunda buscaba los secretos de la pre-creación del artista escénico, exploraba lo que él llamaba “las energías básicas del actor”, energías “fuente” que se utilizan para la creación misma y que a la vez le dan su ubicación personal como artista y ser humano. Aquella segunda parte no fue del todo transmitida más allá de su laboratorio y no tenía aún una estructura definida como método de escuela o carrera; no es expuesta en este libro pero espero lo será en otro en un futuro.
 


 (Extractos de la Dedicatoria y Prólogo del libro: Método de actuación de Antonio González Caballero)


*


Sí, ayer (2 de mayo de 2012) he recibido la prueba final del libro y le he dado el visto bueno para su inmediata publicación (con uno o dos pequeños errores tipográficos que serán corregidos en su momento gracias a que es creado digitalmente).

Aquellos que deseen seguir viendo y trabajando con el método de actuación dentro del Blog (http://agcmetodo.blogspot.com) lo podrán seguir haciendo sin costo alguno, pero aquellos que quieran tenerlo en papel lo podrán adquirir tanto en el sitio en que lo publiqué, Createspace, (https://www.createspace.com/3677417), como a través de la librería de Amazon.com (http://www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-Spanish/dp/1466261919). Los dos sitios, en teoría, envían los libros a casi cualquier parte del mundo (por un cargo extra de envío).

Esta es una autopublicación con todo el rigor de un trabajo profesional, sin embargo eso implica que no habrá distribución en librerías, será vendido únicamente a través de Internet, publicando sólo por pedido. El costo inicial del libro será de US $20.00 más el envío (el coste del envío dependerá del lugar a donde se envíe) a través de tarjeta de crédito.

El término "publicación por pedido" lo considero una maravilla, porque implica un ahorro de papel y un seguro en la inversión, así no se publican cientos o miles de ejemplares que por una mala distribución o falta de recursos para su publicidad son almacenados o tirados a la basura y que nunca llegan al interesado.

Una de las ventajas de esta autopublicación y venta a través de Amazon.com será que en poco tiempo (alrededor de un mes) el libro estará también disponible en formato electrónico, es decir, que podrá ser "bajado" a la computadora, al iPad (cualquier tablet) o al teléfono celular (iphone, android, etc.) a través de la aplicación Kindle, a un menor precio y sin costo de envío, claro está.

Son muchos los planes que están por cumplir pero este ha sido un enorme paso para mí, ahora vendrán posibles presentaciones del texto, conferencias, demostraciones del método y alguna puesta en escena utilizando los apoyos del mismo.

Los conmino a todos ustedes, amigos, compañeros e interesados, a contactarme sobre todo aquello alrededor de este texto, sea para una simple información o para una invitación a presentar el libro o realizar una demostración de trabajo del método (que estoy en su proceso de creación) a su región.




Gustavo Thomas

Toronto, Canadá
Mayo 3, 2012.





 




Texto, fotografías y vídeos en este Blog son propiedad del autor, excepto cuando se aclare otra autoría. Todos los derechos son reservados por el autor de este Blog. Si existe algún interés en usar textos, fotografías o vídeos propiedad del autor, sea uso comercial o no, es necesario hacer una petición por escrito y dirigirla por correo electrónico a Gustavo Thomas a gustavothomasteatro@gmail.com.
Gustavo Thomas. Get yours at bighugelabs.com

Si tienes algún interés en usar cualquiera de los artículos, imágenes o videos que aparecen dentro de este Blog, contacta antes de usarlos al autor del Blog, dejando tu correo en los comentarios de la entrada que te interesa.