viernes, 5 de noviembre de 2010

Compartiendo "Breath of Fire", un taller con Frans Winther. Odin Teatret. (1era sesión de 7)








Inicio esta serie de entradas del diario de trabajo (o bitácora) que escribí durante el curso de siete días que tomé con Frans Winther, el músico del Odin Teatret, del 18 al 24 de octubre, en Holstebro, Dinamarca. El diario lo publiqué primero sin videos en mi página profesional de facebook y en la página de Haydé Lachino sobre danza y artes escénicas; ahora que ya he editado los videos puedo publicarlos junto con el texto aquí en el Blog.

Este es un diario de trabajo y los videos no están editados para hacerlos amenos o resumidos, duran lo que duraron los ejercicios o el trabajo de montaje, están  expuestos como documentos en bruto, y mi razón de presentarlos de esta manera es así de simple, son documentos.

*

Entrada al teatro del Odin Teatret en Holstebro. (Oct 2010)


En 1993 tuve la oportunidad, mientras formaba parte de la compañía de teatro de Escenología y gracias a Jaime Soriano y Edgar Ceballos, de participar en un taller ("El eco del Silencio") con una de las actrices del Odin Teatret, Julia Varley, y días después trabajar con el mismo Eugenio Barba en uno de los ensayos de la compañía (como parte de un proceso de 2 años de un espectáculo que nunca llegó a estrenarse); aquella ocasión Eugenio Barba trabajó con nuestras acciones físicas por más de cuatro horas. Mis concepciones como director de actores y tejedor de acciones físicas y vocales fueron marcadas en buena parte a partir de esa experiencia, con la lucidez y la habilidad que Barba tenía para hacer lo que siempre ha hecho, dirigir actores.

Mi vida ha cambiado mucho desde aquellos años: la compañía de Escenología se disolvió, me dediqué a actuar en teatro comercial, cree mi propia compañía teatral (Esférica Ludens) trabajando con ella por casi 5 años, y finalmente dejé el país (y a Esférica) para adentarrme en la aventura de conocer los mundos teatrales de mi tiempo en sus lugares de origen. Casi 10 años después esta aventura me lleva a Holstebro, al cuartel general del Odin Teatret, a vivir su trabajo en su casa, en el templo de muchos, en el origen de todos los conocimientos teatrales para otros, y esta vez en un peculiar taller, "Breath of Fire", con el músico del Odin Teatret desde principios de los años 80, Frans Winther.

La musicalidad de la escena siempre me ha interesado y muchos de mis textos tienen una total relación  con piezas musicales, pero dar el paso a tratar de descubrir la puesta en escena y el manejo de actores desde una perspectiva musical núnca lo había intentado, más allá que del plano intuitivo. Así que aquí estoy, ya he tomado mi primer día de taller, y estoy más que ansioso de compartir aquello que he trabajado en él.


1er día
18 de octubre de 2010
Odint Teatret. Holstebro, Dinamarca.

La experiencia de un taller con el Odin en Holstebro es sustancialmente diferente a la de un taller en otra parte del mundo, aquí se viene también a vivir al Odin, no sólo a tomar un taller de unas cuantas horas. En este taller, que es de 9am a 4pm, estaremos una semana, viviendo día y noche dentro de sus instalaciones, concinando en la cocina del teatro, comiendo en la mesa que todos comen, en momentos viendo trabajar a los otros integrantes y en momento participando con ellos en pláticas, simples contactos o posiblemente hasta demostraciones de trabajo que amablemente algunos pueden estar dispuestos a ofrecernos (como Else Maria Laukvik que nos ha dicho que quiere presentar una para nosotros este domingo, espero que se dé).

Ayer mismo, durante la presentación de llegada y después de habernos instalado en nuestros cuartos, Frans nos dió un recorrido por todas las instalaciones, y conocimos las 4 salas de presentaciones (salones blanco, rojo, negro y azul), así como los centros de investigación, las oficinas, la biblioteca, la sala de audio y video, y los lugares donde se han trabajado aquellos ya legendarios espectáculos de este grupo; y Frans dejó para el final la oficina de Eugenio Barba y el cuarto donde Grotowski acostumbraba quedarse durante sus estancias de visita o trabajo en el Odin; ese cuarto desde su forma como parte de una esquina de un ático, es una cueva de ermitaño, una celda monástica, donde el maestro se sentaba y pensaba mientras fumaba horrores y bebía.

Una vez hechas las presentaciones (como es de esperarse somos un grupo de varias nacionalidades: 2 danesas, 5 italianos, 1 francés, 1 colombiana y yo el mexicano) nos fuimos a la cama citados a las 9am para comenzar el trabajo con Frans.

Frans Winter (derecha, de lentes) mientras esperábamos a que llegaran los demás integrantes.


Frans es otra persona verdaderamente amable, abordable y claro en lo que sabe dar y aportar (es una característica que quien conoce al Odin sabe que todos sus integrantes la tienen), así que problemas por ahí no veo que vaya a tener. Lo único que me hace pensar es que con mi ultima experiencia con el curso de Butoh con Denise Fujiwara y ahora ésta con Frans, la vida como alumno se me complicará buscando guías que aporten tanto como ellos, no dioses para adorar si no creadores que gustan de compartir.

En punto de la nueve todos estábamos en el salón blanco, un foro hermoso e idóneo para trabajar. Frans había pedido que cada día alguien diera el calientamiento físico durante media hora, y este primer día le tocó a Elisabetta: su propuesta fue un tanto básica, dedicada más a una presentación de todos en un juego de lanzar algo repitiendo nuestros nombres y los lugares de donde somos originarios, y aunque entretenido y divertido, Frans consideró que era necesario más trabajo físico, así que otra compañera, Luisa, tomó la batuta y comenzó a aportar ejercicios un tanto más físicos pero aún utilizando sonidos. la media hora pasó y entonces Frans trabajo otra media hora de calentamiento vocal.

Primero utilizando la respiración, habría que usar las manos (y los brazos) para explorar sin mayores exigencias el largo de nuestra exhalación: inhalamos con nuestros dedos de la mano derecha junto a los labios, y al exhalar nuestra mano se aleja suavemente y se detiene hasta que la exhalación se acaba. El movimiento se repite varias veces y se van sumando pequeños sonidos hasta sílabas. Sin detenernos continuamos ya sin el uso de la mano a trabajar con tonos, volúmenes y finalente con ritmos. incluyendo pies y manos. Si hubiera una palbra pára definir la sensación sería "rico", rico de lo que te da en práctica y rico en el gusto por hacerlo, entre otras cosas porque siendo Frans un músico la dirección por la que va el sonido de todos es verdaderamente musical, terminando el grupo entero como un verdadero coro.

Una vez el cuerpo y la voz listos para el trabajo se abordó el taller como tal: el montaje de acciones físicas y vocales a partir de un poema y una canción que se nos había pedido traer aprendidos de memoria. Aún cuando varios no teníamos totalmente aprendido el poema, el trabajo se dió sin interrupción por ello.

Frans Winther trabajando con las acciones basadas en un poema.


Voy a tratar de describir los pasos que se siguieron en toda a sesión de trabajo.

Cada actor decía su poema, y después de repetirlo una vez, Frans comienzó a dar indicaciones y acciones físicas que rompían con la línea que el actor traía al decirlo en un principio. Primero nos pidió decirlo con cambios de ritmo o velocidad y no hacer caso del significado de las palabras, después añadía una posición o una acción, posiblemente escogida al azar, posiblemente contraria a lo que él creía que el actor quería hacer, o simplemente, como fue en mi caso, para ayudar a romper una tensión absurda con la que estaba diciendo mi poema (me pidió repetirlo a alta velocidad mientras alguien ejercía en mi una resistencia física, y yo debía continuamente tratar de romper esa resistencia). Una vez explorada la acción de cambio o reto con el poema, se a;adía la canción con una nueva acción física.

El cambio en la manera de decir el poema y la canción era evidente en cada uno de nosotros, que al principio íbamos de la recitación hasta la coreografía de acciones físicas y vocales, pero una vez que se dió ese cambio el poema y nuestras acciones adquirieron una dimensión muy interesante, pues cambiando el ritmo parecía que se cambiaba a la vez el tempo, y de prácticamente un punto muerto ciertas posiciones o imágenes adquirían una fuerza muy grande y un gran magnetismo visual.

Quien quería sentir su poema no iba a salirse con la suya; habría que dedicarse a otras cosas (acciones físicas concretas) antes que a sentirlo o actuarlo.

Siendo 10 personas en el taller y debiendo trabajar con todos y cada uno, a veces en pareja (un compañero ayudando a otro en su poema) a veces hasta en trios (tres ayudando a la acción del otro) el tiempo de "montaje y revisión" se extendía bastante. Uno entra en un ambiente diferente, sentado ahí observando; para algunos podía ser una espera larga hasta su turno, para otros podía sernos de gran utilidad observar cómo Frans daba indicaciones y cómo éstas eran recibidas y transformadas en la escena; también podía aprovecharse ara tomar fotos o video, como pude hacer.

Casi sin percirbirlo, mientras se avanzaba haciendo la revisión del poema y la canción, estábamos ya trabajando en la realización de un montaje, con transiciones entre un compañero y otro y la participación del grupo entero. Frans trabajaba con practicidad, simple y directo.

En una pausa nos pidió llevar al papel lo que habíamos hecho, describiendo nuestras acciones y practicándolas nuevamente, y así lo hicimos por algo menos de 20 minutos. Pasar una vez más todo y un hora de comida.

De regreso del almuerzo se le dió una segunda revisión a todas las acciones y se trabajó más en monatje de acciones y de transciciones para dar una línea a todo el trabajo.

Varias de las primeras acciones cambiaron y con ellas la forma de decir el poema o cantar la canción. Finalmente dimos una "pasada" completa a todo el trabajo que para el fin de la sesión estaba ya unido completamente, con todos hablando, cantando y realizando acciones físicas en lo que sería un muy basico espectáculo de algo menos de 15 minutos. 

Al final del texto pueden ver más fotos y un video del montaje de las primeras acciones físicas y vocales,

Parece que de esta manera, la clásica forma de trabajo de Eugenio y el Odin, se puede llegar muy muy lejos; esta prueba es simple y clara de la evidencia de su funcionalidad, y ahí radica su gran valor. ¿He dicho que todo estaba ligado en un ritmo que se fue creando con el entrelazamientos de todos? Poemas, canciones y música, sea con guitarra (otro compañero, Lorrain, la llevaba), con la voz en tarareo o con el ritmo en el tronar de los dedos de las manos, era el hilo conductor; por supuesto que una extraña historia se iba forjando en la idea de Frans.

Durante esta prmera sesión Frans daba consejos o aclaraba sobre practicidades de nuestro trabajo (exactamente como recuerdo Eugenio hacía al dirigirme en 1994): 

-Cuando manejas un objeto en escena trata de darle otro uso a parte del que tiene comúnmente: en este caso se refería a una peineta, dándole otro uso más allá de detener el cabello.
-No salir de escena como si qusiéramos huir de ella.
-Hay que romper el ritmo original del poema para abordarlo en un montaje.
-No des mucha información visual al espectador de un golpe, él es más lento que tú; dosifica esa información: en este caso refiriéndose a alguien que caminaba demasiado rápido para llegar a una acción, mientras repetía su poema.
-Puedes cortar el poema o la canción, una interrupción es funcional.
-Los más básico es el manejo del ritmo en tus acciones (en referencia a acciones vocales y físicas)
-tus acciones siempre serán más funcionales si son simples, como vestirse y desvestirse, como empujar o detener, etc. Sobre este consejo, Frans repitió de otra manera las palabras de Eugenio Barba en alguno de sus libros donde narra la fuerza magnética de una presencia física simple y clara (Eugenio hablaba de un caballo, Frans hablaba de técnicos cambiando un foco) al lado de un actor actuando: una acción realmente natural mata toda actuación.
-Lo más importante es crear "atención" en el actor (awareness); lo que yo traducía por ese estar presente, en el aquí y ahora.

4:30 pm La primera sesión había terminado.

Habría que continuar viviendo esa nuestra presencia en las instalaciones del Odin.

El juego de nuestro sueño aún continúa.

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