viernes, 18 de julio de 2008

El Gran Teatro Mei Lanfang en Pekín, China.

A tan importante figura le hacía bien falta un teatro con su nombre (1) y hace unos meses (noviembre del 2007) fue inaugurado el fastuoso Gran Teatro Mei Lanfang, a sólo unos metros de la llamada "calle financiera" donde se sitúan las oficinas centrales de todos los bancos, varios hoteles de lujo y dos centros comerciales con productos inalcanzables para la mayoría de la población de cualquier país del mundo.

Yo había hecho algunos planes de visitar el recién estrenado teatro pero cancelaba debido al tráfico, a la lluvia o a la simple flojera de hacer un viaje al otro lado de la ciudad durante la hora pico del día (2). Pero el martes pasado (15 de julio de 2008) tomé la decisión y fuí aún sin saber qué es lo que presentaban ese día.

El teatro de día aparece como una hermosa estructura moderna de acero y vidrio que sobresale de un bloque mayor de edificios sin mayor remarque estético; es notable la fuerza del color rojo con detalles dorados de la decoración interior pues puede verse desde el exterior; aquellos detalles son decenas de esculturas circulares (que bien podrían ser de plástico) de alrededor de 1 metro de diámetro cada uno describiendo escenas de la ópera de Pekín. El mismo teatro durante la noche se convierte en una especie de imágen de comic futurista de los 60s (entre nave espacial y casa futurista) iluminado de manera excesiva y con colores muy vivos.

Es un edificio de 5 niveles que posee tanto cafeterías, como tiendas de recuerdos y libros e incluso una boutique especializada en productos de lujo alrededor de la ópera de Pekín (3). En el quinto nivel hay una galería que muestra unos 30 maniquíes vestidos y maquillados como los roles básicos de este estilo de opera china.


La función no tuvo mayor importancia, era una presentación de la ópera de Shanxi (4) con un tipo de ópera contemporánea (su estilo en la región) que usa en parte la estructura clásica del teatro chino pero que tiene un parecido a lo que nosotros podríamos reconocer como un "limpio" teatro realista en el sentido más formal y "pictográfico": actuación que cae en el melodrama, exageración pero imitación de la realidad, golpes musicales dramáticos, escenas de masa coreografiadas, tramoya ilustrativa, etc. A diferencia de la ópera de Pekín su vestuario es menos fastuoso o llamativo, no usa diseños elaborados de maquillaje y hay menos énfasis en la espectacularidad. Un total aburrimiento.

La función había sido vendida en su totalidad (aunque la realidad es que por ser ópera de provincia las empresas de la región de donde la compañía es originaria compran la función y regalan los boletos a sus empleados y al gobierno); sin embargo, viendo mi interés, la mujer que daba los boletos se apiadó de mí y me regaló uno de la tercera fila al centro, exactamente en medio del ruido de la orquesta (5).


La función no habrá tenido importancia para mí pero da pie a la posibilidad de que, en otro momento, yo haga un análisis sobre los "otros teatros de China".



Creo firmemente que la valía del teatro tradicional chino radica en un muy pequeño grupo de estilos: el Kunqu, la ópera de Pekín, y algunas óperas del sur. La mayoría de las otras provincias que tiene sus teatros (y "estilos") han evolucionado o surgido de una manera que su estructura básica se ha convertido en una combinación de teatro formal occidental con teatro tradicional chino, con un peligroso caminar entre el teatro hablado formal, la ópera occidental, una especie de comedia musical y la ópera tradicional china que en momentos (después de unos 20minutos) resulta insufrible, pero que con sus cantos famosos y sus historias regionales se apodera del corazón de los espectadores de las provincias (6).



La experiencia agradable en todo caso fue la visita al teatro dedicado a la memoria del más grande renovador y artista del teatro chino, Mei Lanfang (a quien hoy por hoy me enorgullezco de conocer tanto como a cualquier otro gran renovador del teatro occidental), y por supuesto no perdí la oprotunidad de tomarme la foto frente a su estatua.









(1)
En Beijing los nombres de los teatros tienen en general nombres referentes al lugar donde están o a ciertas frases comúnmente usadas en el idioma chino: el espacio de la gran armonía o la el teatro de la vía de la paz, etc. Solo a partir de excelsos escritores como es le caso de Lao Zé que existe una casa de té con su nombre. Así, dedicarle a Mei un teatro con su nombre es un evento real.
(2) Las funciones en China comienzan siempre a las 7:30 PM, y la hora pico se considera desde las 5 PM hasta las 8 PM. El teatro se sitúa al lado del segundo anillo oeste, una de las vías más congestionadas de la ciudad.
(3) Por ejemplo había pequeños muñecos que imitan a los personajes de la ópera de Pekín (el rey mono por ejemplo) firmados por el artesano, que costaban unos 350 dólares, o joyas con motivos del estilo teatral que costaban entre 150 y 500 dólares.
(4) La pieza era Zouxigou 走西口.
(5) A diferencia de la tradicional ópera de Pekín, este estilo utiliza decenas de otros instrumentos y coros.
(6) Sé de buena fuente que el público chino está catalogado por las empresas de espectáculos como "apto para la comedia musical", es decir que posee todas las cualidades para hacer que la industris de la comedia musical crezca tanto o más que Nueva York o Londres. La industria del espectáculo está excesivamente regulada en China y no es fácil traer algo al público chino, pero en contraste con la casi nula actividad del teatro de ideas o de los grandes directores del mundo, la entrada de comedias musicales norteamericanas ha sido apabullante.

1 comentario:

Gustavo Thomas. Get yours at bighugelabs.com

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