viernes, 30 de mayo de 2008

Joe Louis y su teatro tradicional de marionetas en Tailandia






En diciembre de 2006 visité Bangkok y exploré toda una cultura escénica hasta ese momento prácticamente ausente en mi panorama del teatro mundial. La mayor sorpresa fue que Tailandia ofrecía a su teatro tradicional y a sus creadores un lugar tan especial (aunque con menos dinero en su presupuesto) como lo hacen Japón, Korea o Taiwán.



Tenía conocimiento de su famosísimo teatro de sombras Nang yai y su especial juego escénico tras la pantalla (con movimientos de danza de los marioneteros mientras realizan su trabajo con enormes marionetas), pero en ese viaje me iba a ser imposible visitar el sur del país, único lugar donde este tipo de teatro se representa, y estaba confinado al centro y norte del país; buscaba entonces otros tipos de teatro o danza, sin muñecos, y los encontré con un fantástico mundo a su alrededor (Khon, Lakhon, etc); en el camino del descubrimiento de estos teatros se me apareció otro más, éste usando muñecos, un teatro de marionetas que era una fusión de todos los otros, un manifestación única, el Nattayasal Hun Lakhon lek y su re-creador Joe Louis.


Para hablar del teatro de marionetas de Joe Louis debo hablar primero del Bunraku.

No puedo asegurar que el Bunraku sea el “mejor” teatro de marionetas del mundo, pero en mi personal experiencia este teatro se ha convertido en un punto de referencia para valorar la calidad técnica de los otros teatros de marionetas, al menos en Asia (1). Más allá de la idea del gusto por una u otra manifestación escénica, está la fria realidad de la técnica y su utilización en el manejo de las marionetas, la complejidad estructural del drama y la de su puesta en escena, en todo ello el teatro Bunraku es la cúspide, por su fineza, por sus detalles y complejidad, por su limpieza.(2)(3)

Y es en Tailandia, con el Joe Louis Nattayasal Hun lakhon lek ( el teatro tradicional tailandés de marionetas Joe Louis), donde he vuelto a ver un teatro con una belleza, fuerza y capacidad que podría bien competir en mi memoria con el Bunraku. Es un teatro que posee de algún modo una influencia del japonés o en todo caso maneja similares principios escénicos: los dos comparten mucho de su concepción de puesta en escena y medios para lograrla. Las diferencias a su vez debo hacerlas evidentes, tanto culturalmente como en tiempo de evolución. Aún cuando el teatro de marionetas tailandés tuvo sus orígenes hace cientos de años, el teatro del que hablo ahora, el Hun lakhon lek, tiene solamente 100 años (y hablando más concretamente sólo 20 años desde su “renacimiento” en los años 80 del siglo pasado), mientras el Bunraku no ha dejado de evolucionar desde el siglo XVII logrando una calidad técnica insuperable.

La historia del teatro de marionetas en Tailandia se pierde en la narraciones míticas de sus participantes y no aparece en la objetividad de los historiadores, sin embargo podemos reconstruir su apasionante camino con un poco de claridad y mostrar así el nacimiento y evolución de una de las más bellas manifestaciones del arte escénico en el mundo.

Aun cuando las marionetas de pequeño o gran tamaño habían estado presentes en la cultura tailandesa desde hace cientos de años, su idea escénica base no llegaba al grado de una exposición dramática de acciones. Famosos espectáculos con marionetas que presentaban elefantes o juegos con muñecos danzantes en vestuarios espectaculares llenaban una parte del imaginario occidental sobre la antigua Siam, pero no se hablaba de un teatro propiamente dicho.


Es en 1905 que un reconocido titiritero de la corte real de Tailandia, Krea Sapatawanich, funda un nuevo teatro de marionetas imitando la danza-teatro con máscaras Khon, usando prácticamente todos los elementos de este tipo de teatro, teatro que había estado presente en el arte escénico de Tailandia desde la época de Ayuthaya en el siglo XVII y que había tenido su mayor evolución, según los estudiosos del género, en el reinado del rey Rama II en la primera mitad del siglo XIX.


La belleza del Khon es incomparable; hermano de las danzas-teatro Khmer y Burmesa y con origen escénico-religioso en la India del Ramayana, posee una gran fineza y complejidad en su elaboración, en su codificación física, en su vestuario, música y uso de la narración. La estética visual de la zona que podemos percibir en los murales del Templo real en Bangkok por ejemplo, logra movimiento y vida en la magia de una representación de Khon.


La modernización lograda por el maestro Krea ofrece a Tailandia un verdadero teatro de marionetas a nivel mundial. Sin embargo las condiciones políticas del momento en que surgió evitaron su expansión. Tailandia vivía a su vez un proceso de modernización y occidentalización que provocaba la consecuente pérdida de movimientos artísticos nacionalistas o basados en la tradición religiosa y cultural siamesa, entre ellos el nuevo teatro de marionetas real de el maestro Krea. Poco a poco el teatro real de marionetas va perdiendo el favor del rey (omnipotente en la Tailandia de esos años) hasta que, desilucionado de su decline, Krea decide acabar con su creación desde la base, destruyendo sus marionetas. Se dice que antes de morir, en 1929, realizó un rito en el que maldecía a quien quisera imitar o continuar su teatro; ese día tiró al río Chao Phraya (el principal de Bangkok) 100 de sus muñecos. Y es desde aquellos días que la oscuridad reina en el teatro de marionetas tailandés, rodeándolo de un halo de misterio y superstición.

La viuda del maestro Krea guardó durante toda su vida y celosamente, en su colección privada, 30 de aquellas legendarias marionetas, que a su vez fueron heredadas a su única hija. Años después, ante la cercanía de la muerte y sabiéndose sin descendencia, la hija del maestro Krea busca ansiosamente una persona que pudiese continuar lo que su padre inició y detuvo. Es entonces que en 1985 convence a un conocido actor tailandés, Sakorn Yangkhiawsod, conocido como Joe Louis (Louis, en su malpronunciación inglesa del tailandés Liew), quien había trabajado en su niñez en la compañía del maestro marionetero, de ser el continuador de la tradición perdida, y le dona las 30 marionetas pertenecientes a su padre.

Durante 10 años Joe Louis se dedica a rehacer el teatro del maestro Krea, retomando todos los elementos tanto del recuerdo personal como de la base principal, el Khon. Siendo el Khon un teatro aún vivo la fuente estructural estaba a la mano, esperando ser imitada y estudiada para adaptarse nuevamente. Las historias del Ramakien, la versión tailandesa del Ramayana indio, estaban también ahí, listas para ser aprovechadas (4). Con una familia de siete hijos y dos hijas en una cultura patriarcal, Joe Louis poseía el material humano para crear su nueva compañía de teatro de marionetas.

Su teatro tiene tanto éxito que en 1996 es nombrado “Artista Nacional”, nombramiento que en Tailandia tiene el mismo carácter que el de “tesoro nacional viviente” en Japón, por ejemplo.

En el año 2000 su casa y teatro sufren un incendio que devora toda su producción de marionetas, salvándose sólo uno de sus preciados muñecos. Se dice que Joe Louis explicaba el incedio como un castigo proveniente de la maldición del maestro Krea. La superstición no le evita continuar el trabajo ya emprendido; habría que reiniciar todo. La desgracia trajo sin embargo un tinte de positividad, Joe Louis al ser obligado a re-crear el teatro de marionetas tailandés (no olvidemos que no hay nadie más haciéndolo en el país), comienza a hacer sus propias aportaciones; esas aportaciones se basan en dos premisas principales: “dar mayor vida a sus muñecos” y mantener la tradición cultural que ofrecía el teatro de marionetas del maestro Krea (5). Trabaja efusivamente tanto en el material con el que construye sus muñecos como en la técnica para darle esa mayor vida.



Desde su construcción las marionetas logran mayor movilidad. La altura promedio de los muñecos se decide en 50 centímetros (6) y el material base de su elaboración el papel maché; se instalan rollos de alumino enlazados por cables para así darle mayor movimiento al cuello, la cabeza y la boca; mientras manos, brazos, articulaciones de las muñecas y piernas se mueven con varas.

Los movimientos de las manos se hacen cada vez más refinados, parecidos a los de las danzas tailandesas, que le dan tanta importancia en su codificada coreografía.


Cada marioneta es manipulada por tres marioneteros vestidos de negro (pero de presencia evidente sobre le escenario): uno moviendo la cabeza y el brazo izquierdo de la marioneta, otro moviendo las piernas y un tercero para el movimiento del brazo derecho. Los tres marioneteros danzan con movimientos del Lakhon, la danza tradicional tailandesa (7), mientras manejan las marionetas sobre el escenario.

Música y canto tradicionales en vivo se mezclan con narradores especializados a la usanza del mismo danza-teatro Khon.

Música, Cantos y lucha en "Mayarap"

El teatro que concibe Joe Louis es tan complejo como cualquier otra gran expresión escénica asiática.

En la teoría del maestro Joe Louis y usando términos tailandeses Hun lakhon lek es entonces una suma de diferentes artes:

- Hadtasin (creación de marionetas),
- Phraneedsin (vestuario de las marionetas),
- Nadtasin (manejo de las marionetas),
- Ketatsin (musica),
- Mantanasin (disposición del escenario y escenografía), y
- Hadtasin (dar vida a las marionetas)

Danza de Rama en "Mayarap"



Hadtasin (o dar vida a las marionetas) posee en sí misma aspectos oscuros y curiosos, envolviendo ciertos rituales para lograr el alma del muñeco, por ejemplo dar 3 palmadas al aire como en algunos ritos religiosos tailandeses o hacer una pequeña ceremonia al maestro Krea antes de la función para aplacar su maldición.

Su teatro de marionetas empieza a ser conocido y respetado por su belleza sin igual y su complejidad técnica, así como por su originalidad. En el año 2004, la compañía de Joe Louis logra, bajo el patronazgo de la princesa Galyani Vadhana, el título de Nattayasal o “tradicional”, y en 2006 gana el premio mundial de teatro de marionetas en Praga.

Joe Louis muere en mayo de 2007 dejando un teatro con un estilo bien establecido, “clásico”, y con la fuerza necesaria para influenciar a los suyos y ser continuado. Su fuerte presencia demuestra que la creación de un teatro tradicional, sea de marionetas o de humanos, tiene más que ver con la capacidad creativa y de conjunción de las artes de una región que posea su originador que con la idea de la evolución de las artes escénicas a través del tiempo (8).




Video con un panorama general del teatro Joe Louis:



Videos provided by compulsivetraveler.tv


El teatro Joe Louis como experiencia turística:




(1) Mi experiencia en Japón fue bendecida además de las funciones que vi, por una demostración de los movimientos y de la estructura básica de este teatro, con escenas de una magia y un manejo maestro del climax dramático que se han quedado más que grabadas en mi memoria. .
(2) Me refiero al teatro de marionetas que usa muñecos tridimensionales y pido no confundir mis aseveraciones con el teatro de sombras.
(3) Algunos podrían objetarme mi apreciación del Bunraku como punto de refrencia de calidad téncica en los teatros de marionetas, debido a la existencia de los teatros de marionetas chinos.
Los teatro de marionetas de China continental aunque vivos, cierto, viven en un caos dentro de la modernización y la herecia de la revolución cultural de los años 60 y 70 del siglo XX; la técnica es transmitida sí pero en su camino se ha barrido la limpieza y la calidad. Los teatros de esta nueva China se modernizan o no avanzan, la calidad a mi parecer se ha perdido, queda una tradición en el sentido de la continuidad en algunos pueblos y ciudades de la provincia. Queda cierta belleza, pero el desarrollo técnico se ha detenido. No hay en China continental un teatro de marionetas con la complejidad y la calidad técnica que tiene la opera de Beijing o el Kunqu.
Es por tanto que hablé del Bunraku; en Japón el Bunraku es un teatro de marionetas con la calidad y la complejidad del teatro Noh o del teatro Kabuki.
Si el teatro de marionetas chino es el origen de todo el teatro tradicional de China entonces, a mi parecer, se ha perdido en el origen.
(4) Entre las piezas que se representan en su teatro ubicado en el famosísimo Suan Lum Night Bazaar (bazar de noche de Bangkok) están: “Mayarap”, “El mito de Rahoo y el eclipse de Luna”; y se preparaba el año pasado El nacimiento de Ganesha, para 2008, no tengo claro si ya se ha
(5) La investigadora japonesa Yamashita, que ha estudiado el teatro Joe Louis asegura que su principal aportación es la modernización del teatro de marionetas tailandés en el camino de la tradición (cosa que bien podría difenciarlo del Bunraku, que desde hace más de 100 años no ha cambiado ni se ha modernizado). Esta “modernización” radica en puntos que podrían ser un tanto peligrosos: uno lo puede ver en el uso de ciertos efectos escénicos con video y animación, y algunas coloraciones extravagantes en monstruos míticos; la puesta en escena se da libertades cómicas y, siempre, al final del espectáculo se da un juego de contacto con el público. Le he llamado puntos peligrosos por nuestra idea de respeto a la tradición, pero, el teatro Joe Louis, creado hace 20 años con ingredientes de la cultura escénica tailandesa, ¿puede ser llamado verdaderamente de tradición en el sentido de evolución continua en contacto directo con su pasado? ¿Hasta dónde estás aportacines modernas harán de este teatro un producto de menor calidad? No lo sabemos aún.
(6) Aunque son llamadas marionetas pequeñas, muchas de las originales medían más de 1 metro de altura.
(7) El nombre Hun lakhon lek es en realidad una versión de danza lakhon para pequeñas marionetas. Lakhon es un tipo de teatro-danza surgido de danzas militares, con movimientos de artes marciales, que fueron evolucionando en su fusión con la religión en drama-danzas sumamente estilizados y que culminan con la creación de un género dramático-escénico llamado Khon, el famoso teatro-danza de máscaras tailandés. Es así que el hun lakhon lek es el teatro Khon basado en la danza Lakhon y hecho con marionetas de pequeño tamaño.
(8) Como en un plan preestablecido Surin Yangkhiaosot, uno de los hijos de Khru Sakhon, dijo: “estamos tratando de comunicar universalemnte al público el arte del Hun lakhon lek de la misma manera que lo hace el ballet, contando la historia y llevando el mayor efecto emocional a la audiencia utilizando un minimo de lengaje verbal”.



1 comentario:

  1. Como siempre un magnifico apunte sobre marionetas. Ha sido como descubrir un pequeño tesoro escondido en una caja olvidada en el fondo de un armario. Gracias, Ya te preguntaré alguna cosa sobre este tipo de teatro. Voy a ponerte en un apunte en mi blog, creo que la gente debería de leer esto. Un saludo, Jesús

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