Hoy no he dormido.
Es el castigo
del repetirme lo que no he sido.
Soy un hombre acostado`rendido al tiempo
y al camino.
Me he despertado en la noche y sin ver nada.
Me he despertado de miedo,
de abandono;
sé que me quiero,
que me olvido,
que me dejo pasar al tiempo.
sé también que estoy aturdido
Sin embargo río, imploro, y adoro,
vivo con besos y abrazos;
mis manos no gritan,
mi cara no es pálida ni caída;
mis músculos fuertes me sostienen,
tengo un miembro que se alarga,
que funciona, que me llena de vida.
Despierto por la noches viendo luces de nada,
sonámbulo recuerdo y canto,
veo colores opacos, sombras, y palabras del pasado.
Espero un cambio,
un regocijo,
un adorno brillando...
Estoy perdido en la calle del tiempo
y mis pasos no hacen eco,
no los oigo, se atoran en el lodo.
Mis zapatos se atascan, me descalzo,
el silencio de mis pasos es tenebroso,
no existo, ni vivo,
no veo a aquél que me persigue,
no veo tampoco mi reflejo en el fondo de ese maldito pozo.
¡Mis manos no gritan!
Mis pasos son solitarios
en una noche sin sueño,
donde todo es opaco.
Es el añoro y el dolor
del haberlo querido todo,
del sentir que no se hace nada.
Es el temor de abrir los ojos
y caer en la cuenta que durmiendo
a lo largo de la noche
lo habré ya perdido todo.
Gustavo Thomas
Abril 19, 2010
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