Este texto fue publicado primeramente en mi blog del método de actuación.
Con
el paso de los años he aprendido a no enfrentarme a discusiones del
método de actuación de González Caballero con personas que no lo
conocen, es por donde lo vea un asunto absurdo y una pérdida total de
tiempo.
González
Caballero se inquietaba bastante cuando le llegaban comentarios de
gente que decía que no servía su método o que era una sarta de locuras, y
se inquietaba porque sabía que provenían de aquellos que no se habían
nunca dado una vuelta en su laboratorio y nunca habían visto sus
resultados. Nos repetía continuamente que no aceptaría ninguna crítica
de gente que no conociera su trabajo y mucho menos de actores que
tomaron una o dos clases y que las dejaron por la razón que fuera.
El
método de actuación, explorado durante más de 35 años por Antonio
González Caballero, es una obra compleja como toda obra exploratoria de
cualquier gran teórico del teatro mundial. Así como se dicen
barbaridades de Stanislavski, Grotowski o Barba así también se pueden
asegurar estupideces alrededor de la obra de González Caballero sea como
teórico de la actuación o sea de su método.
Como
primer paso creo, para ir aclarando esos malos entendidos, habría que
diferenciar al hombre, al escritor, al maestro de actuación y al teórico
teatral.
Alguien
pudo haber conocido al González Caballero hombre y nunca haber sabido
nada de su método de actuación, sería lo más normal. De la misma manera
aquél que haya leído todas su obras de teatro o cuentos o novelas no
sabría absolutamente nada de sus investigaciones alrededor del trabajo
del actor, ni más ni menos. Y aún más, aquél que haya tomado clases con
él no significa en ningún sentido que haya seguido todo su método y
mucho menos que lo practique.
El
teórico González Caballero trabajó con diferentes grupos de actores en
su laboratorio (regularmente situado en su propia casa) durante algo más
de 35 años, y se puede afirmar que dio clases de su método completo y
siguió explorando su trabajo con un grupo más o menos estable de gente
durante alrededor de 15 años, los últimos de su vida.
Aunque
conocí a González Caballero en 1982 en el Instituto de Arte Escénico y
comencé a tomar su método casi de inmediato, no fue que lo terminé sino
hasta 1985 fuera de la escuela y en su taller-laboratorio, cuando el
método, según sus palabras, estaba ya maduro para llevarse completo en
una escuela de actuación. Nosotros fuimos los primeros que lo llevamos
completo con todos los apoyos o elementos con los que quedó después
configurado. Antes de esas fechas solamente se había dado en algunas
clases de escuela (el Instituto Andrés Soler y el Instituto de Arte
Escénico) y en algunos talleres especiales en algunas ciudades del país
(en Tampico, Durango, Puebla, D.F.).
Aún
cuando en el Instituto de Arte Escénico dos generaciones estudiaron en
base a su método, no fue sino hasta finales de los años 80 que Emilia
Carranza le propuso claramente abrir una escuela de actores donde él
llevara su método de actuación en su totalidad y preparara alumnos
egresados como maestros del mismo y así lo hizo hasta que la escuela
dejó de funcionar unos años después. Posteriormente sólo se dedicó a dar
talleres aislados, clases sueltas en un estudio de actuación y su
laboratorio en su casa.
Sus
alumnos se cuentan por centenas tal vez, pero solo algunos de ellos
dimos clases y talleres o llevamos grupos y compañías que usaban su
método como base. A partir de su muerte las cosas se complican un poco
más, las visiones se han expandido también, las diferentes experiencias,
las necesidades de cada grupo o actor hacen que el método ya sin
Antonio González Caballero se vuelva a su vez una amalgama de métodos.
Hablar
de pureza del método es una estupidez, el mismo González Caballero
seguía explorando y nunca pensó que el método fuera un ente
completamente cerrado o terminado; le dio una estructura que lo hacía
funcionar en una escuela de actuación, con fines determinados para una
carrera con necesidades muy claras, pero la exploración nunca la detuvo y
pedía que nunca se detuviera. El método de actuación que creó era un
punto de partida de exploración.
Mi
interés en llevar el método que conocí y estudié a un libro fue el de
rescatar aquello que podía perderse en el proceso del tiempo, tanto en
el mismo González Caballero como en nosotros sus discípulos; si este era
un punto de partida entonces dejar claro cuál era ese punto de partida y
seguir explorando a partir de ahí, tan simple como eso. Lo que quise
plasmar en el libro fue el documento mismo, sus palabras, su forma de
guiar la exploración de los apoyos, sus comentarios, su teoría misma.
Por
otro lado, el libro de este método es también una guía práctica de
trabajo para el interesado en llevarlo a cabo; al estar en la misma
línea estructural en la que él llevaba su trabajo, con casi todos los
ejercicios que él dirigía y sus propias palabras, el método se podría
seguir como él lo habría llevado entre los años 1988 y 2003. Es un caso
hipotético, pero podría haber alguien interesado en ello, y el mismo
González Caballero así me había pedido que lo escribiera.
Una
lectura de este libro no implica tampoco una comprensión total del
método, pero como documento que es, es un punto de discusión concreto;
la experiencia viva de sus alumnos cercanos y de aquellos que hemos
seguido explorando es una segunda opción de discusión. Los análisis de
terceros serán, creo yo, para otro momento.
Si
lo que se quiere con el libro en mano es desarrollar sus habilidades
creativas y su capacidad de creación de personajes entonces yo
aconsejaría que se tome el texto con mucho cuidado y precisión, sí, que
se sea inteligente en la lectura y se use el discernimiento personal
para descubrir sus propios intereses en él y, principalmente, que se
esté dispuesto a la práctica de lo que ahí se propone explorar, porque
sin ella nunca se obtendrá nada de él. Entonces contactar a aquellos
alumnos directos que dan clases del método y corrobar su aprendizaje,
buscar clases o talleres con ellos y comparar así su trabajo. Habría que
descubrir la sabiduría inherente en la palabra base del método, el "apoyo".
Al final nadie será mejor maestro que uno mismo, eso lo sabía y lo enseñaba Antonio González Caballero.
*
El
libro del método de actuación de Antonio González Caballero (NO incluye
el Método de Voz), en su versión en papel (en especie) está a la venta solamente a través de Internet, y en
tres sitios:
Amazon España:
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http://www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-Spanish/dp/1466261919
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https://www.createspace.com/3677417
También está a la venta en formato electrónico (libro electrónico o ebook), en la tienda Kindle de Amazon:
Kindle amazon:
www.amazon.com/Actuación-Antonio-González-Caballero-ebook/dp/B009HUT5AA
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