Has gritado y golpeado; uno de tus hijos ha huído de ti.
Tú has caído tocándote el corazón con una mano, dolido, sufriente;
y tocando el muro con tu otra mano parecieras querer detener el mundo.
Nosotros, los hermanos, lloramos, asustados vimos a nuestro padre caer.
Somos espectadores y lo creemos morir.
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